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Qué son las válvulas termostáticas y cómo funcionan

Las válvulas termostáticas son dispositivos que se utilizan en sistemas de calefacción para controlar la temperatura en una habitación o un espacio cerrado. Estas válvulas funcionan ajustando el flujo de agua caliente o fría que circula a través de un radiador o un sistema de aire acondicionado.

La válvula termostática está compuesta por un cuerpo principal, un elemento de control de temperatura y un mecanismo de ajuste. El cuerpo principal se conecta al radiador o al sistema de aire acondicionado y tiene una entrada y una salida para el flujo de agua caliente o fría. El elemento de control de temperatura, que generalmente es una pequeña cápsula de cera o gas, se encuentra en el interior de la válvula y se expande o se contrae en función de la temperatura del aire que circula por la habitación. Cuando la temperatura ambiente es baja, el elemento de control se contrae y cierra la válvula, reduciendo el flujo de agua caliente. Cuando la temperatura ambiente es alta, el elemento de control se expande y abre la válvula, permitiendo que más agua caliente circule por el radiador o el sistema de aire acondicionado.

De esta manera, las válvulas termostáticas ajustan automáticamente la temperatura de una habitación, lo que las hace más eficientes y ahorran energía. Además, ayudan a mantener una temperatura constante y confortable en una habitación sin la necesidad de ajustar manualmente el sistema de calefacción o refrigeración.

¿Se recomienda instalar Válvulas termostáticas junto con los repartidores de costes?

Sí, se recomienda utilizar válvulas termostáticas en conjunción con repartidores de costes en sistemas de calefacción central, ya que permiten controlar la temperatura en cada habitación individualmente. Los repartidores de costes son dispositivos que se instalan en cada radiador de una vivienda o edificio y miden el consumo de calor en cada radiador, lo que permite calcular el consumo individual de calefacción y, por lo tanto, distribuir los costes de manera equitativa entre los usuarios.

Al instalar válvulas termostáticas en cada radiador, se puede ajustar la temperatura en cada habitación de manera individual, lo que significa que los usuarios solo pagan por la cantidad de calor que consumen. Si una habitación no se utiliza con frecuencia, se puede reducir la temperatura y, por lo tanto, ahorrar en los costes de calefacción. Además, las válvulas termostáticas permiten ajustar la temperatura de manera más precisa y evitar el sobrecalentamiento de las habitaciones, lo que también puede contribuir a reducir los costes de energía.

Repartidores de costes de calefacción con válvulas termostáticas